domingo, 26 de agosto de 2007

El hombre y la bestia, Introducción

Introducción

La teoría evolucionista del Dr. Charles Darwin tiene sus cimientos obtenidos de restos fósiles comparados con los actuales seres vivos. De todos es conocimiento que existen dos posiciones claras y casi opuestas del origen del hombre, la primera ya mencionada y la segunda está relacionada a la creencia religiosa de muchos grupos de personas.

Por observación evidenciamos un parentesco muy peculiar con los simios y se han encontrado restos fósiles que apoyan tal “teoría” aunque no son contundentes y menos aún, probatorias. De mi parte no puedo explicar inconsistencias tales como la probable desaparición del pelaje sobre nuestro cuerpo, casi todas las criaturas de tamaño similar al nuestro tienen una cubierta, sea peluda o grasosa y los que no la tienen viven bajo tierra. En la mencionada “teoría” podría decirse que la evolución hizo que el hombre pierda su pelaje conforme se iba cubriendo con pieles ajenas, pero yo no alcanzaría a comprender porqué la parte púbica y axilar siguen recubiertas de pelos siendo estas las que han tenido prioridad en ser cubiertas. Como sea, yo prefiero darle el nombre de hipótesis evolucionista.

En cuanto a que el hombre vino por creación divina y que cierto dios, luego de tomar un puñado de barro en su mano infundióse vida en esto con su soplo, es un argumento más difícil de refutar que el anterior. Y puesto que aquí se trata de fe, reflexionemos si nosotros venimos de un barro o de una mujer ¿no será que el primer ser humano pudo venir de un soplo divino y los demás de una mujer? ¿Acaso el primer habitante humano era como nosotros? Si el primer ser humano fue creado a imagen y semejanza de su dios, este debió ser muy espiritual, algo que contrasta con nosotros y aquí la pregunta ¿realmente somos tal como el primer hombre para decir que tenemos imagen y semejanza de aquel dios? Y si alguien me dice que es semejanza al cuerpo del creador, yo le diré que nuestro cuerpo no es perfecto y lógicamente tampoco lo sería el cuerpo de ese dios.

Mientras que en la hipótesis evolucionista si es aceptable y necesario que el género humano se reproduzca de una mujer, la hipótesis religiosa no lo permite, ya que sólo el primer hombre ha sido creado de barro y todos los demás vienen de la carne. La primera posición (hipótesis) es de índole física o tangible y la segunda claramente intangible perdida en los misterios de la religiosidad humana.

Trataré en las siguientes hojas de argumentar con criterios lógicos que el verdadero hombre no desciende de un animal; sin embargo, el cuerpo que utiliza este hombre verdadero si pudo llegar por evolución hasta su actual forma física. También plantearé que el “llamado” ser humano que habita este planeta no es hombre, sino bestia.

Syd.

No hay comentarios.: